De entre la
diversidad de materiales didácticos a los que puede acceder el estudiante y el
profesor, el que más vislumbra en la memoria de dichos actores es el libro de
texto gratuito editado por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito
(CONALITEG).
Según la historia de
dicho órgano, el Presidente Adolfo López Mateos, años antes a su gestión
federal, consideró que la gratuidad de la educación no se estaba cumpliendo
cabalmente porque el acceso a los libros era muy caro además de que éstos eran
de mala calidad, convirtiéndolos, por ende, en inaccesibles para las familias y
niños mexicanos de la mitad del siglo XX. Ya en su sexenio, el Presidente de la
República se encontró a un pueblo mexicano con altos índices de analfabetismo y
pobreza que hacía evidente la inequidad en el acceso a la educación. La
descomunal tarea fue encomendada al discípulo del maestro José Vasconcelos, es
decir, Jaime Torres Bodet, quien asumía el cargo de Secretario de Educación por
segunda vez.
Torres Bodet impulsó
una férrea campaña de alfabetización para que finalmente la CONALITEG fuera
fundada el 12 de febrero de 1959. La primera dotación de paquetes de libros fue
en 1960, aquellos que en su portada veían la obra denominada “La Patria”, “una mujer de tez morena, rasgos indígenas y
mirada valerosa que, apoyada en la agricultura, la industria y la cultura
-simbolizadas en la imagen- representaba el pasado, presente y futuro de
nuestra Nación” (http://www.conaliteg.gob.mx/index.php/historia 17 de febrero de 2013) lo que aumentó el arraigo de
dicha producción entre la sociedad mexicana. Su crítica era de esperarse al considerarlos
doctrinarios -a lo que hoy se le nombra “currículum oculto”- pero el Presidente
respondió ante la reprobación de las editoriales, el clero y grupos
conservadores, diciendo que el proyecto aludía a las tesis de igualdad
democrática y unidad nacional, inclusive en escuelas particulares, argumentando
que “todos son niños, todos son parte de
nuestro pueblo” (Ídem.).
Actualmente, y
después de 53 años, la distribución de libros asume la Educación Preescolar y
Secundaria, con un coste aproximado de 70 pesos por paquete; asimismo, edita
publicaciones para las bibliotecas escolares y de aula, y producciones para
maestros. Más allá de la constitución como mexicanos que prevén los libros de
texto al poseer elementos comunes, como una misma historia para una misma
cultura y un mismo territorio, éstos se encuentran impregnados de cuerpos
didácticos que fortalezcan el aprendizaje de la escuela actual.
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